Marrakech
Marrakech, a caballo entre tradición y modernidad, es la promesa de sensaciones inolvidables. La ciudad roja responde a su necesidad de cambiar de aires con un chasquido de dedos al pasar por la plaza Jemaa El-Fna y los zocos de colores brillantes y aromas exóticos. Su estancia en Marruecos estará marcada por paseos por rutas de carruajes tirados por caballos, terrazas sombrías, artistas ambulantes y otras actividades diurnas y nocturnas.
Puede disfrutar de todo el esplendor arquitectónico de la Medina visitando uno de sus numerosos riads, casitas orientales dispuestas alrededor de un patio central, o puede relajarse en la Menara, un gran jardín con un simbolismo urbano conocido como la cuenca. Marrakech deja ahora la decisión a sus visitantes, que pueden aprovechar su increíble diversidad. Basta con retirar los murales para sumergirse de lleno en el Marruecos contemporáneo. En los barrios marroquíes de Guéliz e Hivernage se encuentran las infraestructuras más modernas, tiendas de lujo, tiendas internacionales de prêt-à-porter, amplias avenidas abiertas y otras comodidades.
Signo de una creciente efervescencia económica, son también lugares de festivales y eventos culturales por la presencia del Palaico de Congresos y el magnífico Teatro Real. Disfrute de Marrakech por la noche visitando los numerosos parques temáticos, clubes de moda y fiestas tradicionales que reflejan la alegría de vivir de sus habitantes.
En 2016, Marrakech acogerá la Cop22 para luchar contra el cambio climático en reconocimiento a su nueva posición internacional y su gran capacidad de hospitalidad.